Pellicer se someterá a una cuestión de confianza vinculada a la aprobación de los presupuestos

El alcalde de Reus, Carles Pellicer, se someterá a una cuestión de confianza para aprobar los presupuestos del 2017. Lo ha anunciado este viernes después de que el plenario haya rechazado las cuentas presentadas. El pleno extraordinario para debatir la cuestión será el miércoles y si el alcalde la supera por mayoría simple, los presupuestos quedarán automáticamente aprobados. En caso de rechazo de la cuestión de confianza, se abre un periodo de un mes en que los grupos municipales pueden presentar una moción de censura con candidato alternativo al alcalde. Si no lo hacen -o si lo hacen y no prospera-, las cuentas quedan aprobadas con el apoyo de la mayoría del plenario. La CUP ha propuesto una alternativa de gobierno y quiere iniciar conversaciones con PSC, ERC y Ara Reus. Los socios de gobierno de Pellicer, ERC y Ara Reus, ya han expresado su apoyo al alcalde.

Pellicer, que ha comparecido ante los medios una vez se ha acabado el plenario en que se han rechazado los presupuestos, ha explicado que han trabajado en las cuentas desde antes de Navidad y que hasta la mañana, antes de iniciarse el pleno, han intentado negociar con la oposición buscando consenso. Según el alcalde, «el trabajo se ha estroncado» porque 16 regidores han votado en contra de los presupuestos, según Pellicer, con una estrategia «partidista e ideológica» y de «bloqueo» y ha asegurado que «el gobierno nunca ha pedido un cheque en blanco».

Con todo, ha afirmado que ya tenían «previsto» que las cuentas no se aprobarían y que la decisión de someterse a una cuestión de confianza «no es una decisión hecha ahora, sino meditada y pensada hace días». De hecho, esta era la «hoja de ruta del gobierno», centrado a elaborar las cuentas, negociarlas y, a pesar de no tener los apoyos suficientes, traerlas al pleno. El alcalde ha insistido que es del todo necesario que se aprueben unos presupuestos para el 2017 y ha considerado que prorrogarlos no era una opción: «los tenemos que tener porque, sino, se nos para la ciudad», ha dicho, afirmando que proyectos de la ciudad no se habrían podido ejecutar y proyectos dentro de Reus Capital de la Cultura Catalana se habrían visto afectados.

En una imagen de unidad -todos los concejales se han situado junto al alcalde al inicio de la atención a los medios-, Pellicer ha reiterado que tiene «plena confianza en el gobierno». De hecho, así lo han manifestado también en rueda de prensa la portavoz de ERC, Noemí Llauradó, y el portavoz de Ara Reus, Jordi Cervera. Aún así, y el escenario de la oposición que dificultaría una alternativa de gobierno, Pellicer ha admitido que ésta es «una medida atrevida» pero necesaria porque Reus «tiene que avanzar y necesita unos presupuestos e inversiones». «Nos arriesgamos todos pero la ciudad se merece esta acción», ha concluido.

La cuestión de confianza vinculada a las cuentas

El artículo 197 bis de la Ley orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General prevé que el alcalde puede plantear al pleno una cuestión de confianza, vinculada a la aprobación o modificación, entre otras cuestiones, de los presupuestos anuales municipales. Según la normativa, si el alcalde superará la moción de confianza, los presupuestos quedarán automáticamente aprobados con el voto afirmativo de la mayoría simple del plenario. En caso de rechazo de la cuestión de confianza, las cuentas quedarán igualmente aprobados si en el plazo de un mes después del rechazo –que finaliza el 12 de mayo- no se presenta una moción de censura con candidato alternativo a alcalde, o si esta no prospera, con el apoyo de la mayoría absoluta del plenario.

El presupuesto

El presupuesto es de 323 millones de euros y se estructura en tres ejes: un ligero incremento de los ingresos; el saneamiento de las cuentas municipales, que permiten reducir el endeudamiento y los gastos financieros; y un incremento de las partidas en las áreas estratégicas, que son la atención a las personas, la cultura y la proyección de la ciudad. Las cuentas incluyen un presupuesto de inversiones —de 6,5 millones en el caso del Ayuntamiento y de 3,8 millones en el caso de las empresas municipales—, caracterizado por la atención a las necesidades de la ciudadanía y de la ciudad.