Reus plantea que los bares cierren la cocina en las 9 con la Reforma Horaria

Más de 50 medidas «que» conseguirían, bajo el punto de vista de los ciudadanos de Reus, «sincronizar nuestros hábitos horarios con los del resto del mundo y con un ritmo más ordenado» dan lugar al informe de conclusiones resultando del proceso participativo sobre la Reforma Horaria que se celebró al municipio durante el mes de noviembre, y que plantea cambios y «mejoras» en todos los sectores: desde el comercio a la cultura pasando por la movilidad, el tejido productivo o la educación. Una de las propuestas, que las cocinas de los restaurantes cierren a las nueve de la noche y las cenas se sirvan desde las siete. Otra, que los teatros ofrezcan funciones a partir de las cinco de la tarde entre semana. Y algunas más, que mercados y tiendas de alimentación madruguen para levantar la persiana a las ocho o que los partidos de fútbol, por ley, no puedan emitirse en «horas intempestivas».

Estas iniciativas, sumadas a las que se han puesto negro sobre blanco en otras once ciudades de Cataluña –Terrassa, Barcelona, Igualada, Sort, Lérida, Lloret de Mar, Vilafranca, Tortosa, Gerona, Mataró y Esplugues-, ejercerían de guías en la implementación de la Reforma Horaria, el «proyecto ciudadano que impulsa cambios horarios porque disfrutamos de libertad en la gestión del tiempo», al territorio. Una veintena de vecinos de Reus y su entorno, nueve mujeres y ocho hombres de entre 30 y 79 años, grande parte de los cuales vinculados a entidades locales y en activo en los ámbitos de la administración pública, el comercio o los servicios formularon las propuestas que recoge este documento de sesión, elaborado desde la Generalitat y hecho público la semana pasada.

Los apartados que más sugerencias reúnen están vinculados al ocio y a la educación y la cuestión laboral. En el primer eje, los reusenses que han tomado parte del proceso participativo para la Reforma Horaria apuestan para trasladar el telediario a las ocho de la noche, normativizar que no se emitan programas de alto interés público ni partidos de fútbol en «horas intempestivas», que las escuelas reduzcan la franja de comer al mediodía de dos hasta una hora y media para «no perder tiempo» y ganarlo por la tarde, que los cines programen proyecciones a las cinco en días laborables y que los actos de fiestas mayores «empiecen a las diez de la noche como mucho tarde». También que los restaurantes empiecen la carta de cenas a las siete y que así, «los bares amplíen el horario de apertura y cierren antes».

Limitar los correos en una franja

En educación y vida laboral, piden que las actividades extraescolares se mantengan dentro del recinto de los propios centros –y se penalice las empresas que las ofrecen en «horario tardà»-, que se bonifique fiscalmente las empresas que contratan cuidadores, que se permita a los padres de niños entre cero y tres años trabajar en casa, fijar un horario limitado de entrada de correos electrónicos y potenciar «el teletrabajo» o que el trabajo se desarrolle en «una bolsa de horas anual, no contabilizadas por semanas». En comercio, las sugerencias pasan por concentrar las tiendas en el centro y mantener bajos los precios de los parkings municipales para «luchar contra los centros comerciales». Y en movilidad, que «se prioricen las sinergias entre Reus y Tarragona» y se implique el ATM en el proceso.