Diari Més

Para no dormir

El Nàstic vuelve a caer después de un partido más que aceptable y de un nefasto arbitraje que condiciona claramente el resultado

Omar, durante el partido.

ExcepcionalCristina Aguilar

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Nuevo partido en el Nou Estadi, y nueva historia. El Nàstic ya se ha acostumbrado a contar sus citas en Tarragona con derrotas. No hay manera.

Esta vez, fue el Córdoba el que se llevó los tres puntos. ¿De forma merecida? Seguramente es discutible, ya que el árbitro tuvo mucho que ver en el resultado, y el Nàstic salió muy perjudicado. Lo que sí que está claro es que los tarraconenses tuvieron más de una hora para, como mínimo empatar, después del gol inicial de los andaluces, y no fueron capaces.

No ofreció muchas sorpresas el once de Nano Rivas. De hecho, el técnico no varió ni una migaja el sistema con que consiguió los tres puntos en el Nuevo Los Cármenes de Granada el pasado domingo. 4-4-2, o 4-2-4, como|cómo se le quiera llamar. Es igual. Dos extremos abiertos, como Tete y Omar, dos puntas, como el bienvenido Álvaro Vázquez y Manu Barreiro, y dos centrocampistas, centrales, uno más ofensivo, como Javi Márquez, y otro de contención, como lo es Fali. Más ofensivo, imposible.

Un entrenador puede plantear mejor o peor un partido, un futbolista puede tener un error en defensa o fallar un gol cantado. En estos casos, una directiva puede relevar a un técnico, o un técnico puede enviar a un jugador en el banquillo o convocarlo. Pero cuando no se puede hacer nada es cuando un árbitro se carga un partido, y más todavía de la manera que lo hizo el manchego Isidro Díaz De Mera Escuderos.

Es cierto que el Nàstic volvió a patinar en los primeros 45 minutos, que después de un buen cuarto de hora, volvió a hacer aguas, pero también lo es que no es admisible que el rival te marque un gol con cuatro jugadores en fuera de juego y que tú marques un gol legal y que la juez de línea levante el banderín para que el árbitro anule un golazo a Kakabadze. Inadmisible, pero así sucedió.

No empezó mal el Nàstic. De hecho, lo hizo bien, intentando llegar arriba mediante la creación del juego, pero con un Javi Márquez demasiado acelerado, que vio la cartulina amarilla antes del cuarto de hora, y que jugó el resto del tiempo demasiado condicionado. A los diez minutos, sin embargo, podría haberse adelantado el Nàstic mediante una media chilena de Pleguezuelo, que remató mientras caía al área. No estaba mal el Nàstic cuando, precisamente, Márquez cometió una falta que le tendría que haber significado la segunda amarilla y la consiguiente expulsión. No le mostraron, sin embargo, la cartulina.

La pidió Reyes quien, a pesar de que minutos después se marcharía lesionado, tenía que ser protagonista. Centrada tibia, muy lenta para ser exacto, y llega Aythami para fusilar, de hacia Dimitrievski. El problema es que, aparte del goleador, había tres futbolistas más en claro fuera de juego. 0-1, pero el marcador no se tendría que haber movido.

Va medio despertar el Nàstic quien, perdió el control del juego, pero suplió esta carencia con llegadas a portería, como la volea de Fali, en el 35’, que se marchó por encima del travesaño de Kieszec. Por cierto, un Fali que al final de la primera mitad vio una cartulina, necesaria, y que significaba la decena de la temporada. Por lo tanto, no podrá jugar en Santo Domingo y se perderá el duelo contra el Alcorcón del próximo domingo.

El gol anulado

Quien quiera asistir a una jugada de aquellas que se quedan en la retina, que vuelva a visionar el partido a partir del minuto 41 y durante unos segundos. Lo que hizo Kakabadze es digno de un Dios. O todavía más, digno del mismo Messi. Acción por la derecha donde se marchó de todos los jugadores posibles, los volvió locos de la mayor forma posible, con driblings impresionantes (no es la primera vez que maravilla a este jugador). Además, fue generoso al servir la esférica a Barreiro, quien le volvió, y el lateral fusiló Kieszek. El problema es que el juez de línea y el árbitro decidieron que aquella maravilla quedara en nada y que no subiera al marcador.

Como mandaba el resultado, fue el Nàstic el equipo que fue a por|para el triunfo a la segunda mitad. Eso sí, con más corazón que cabeza, sin la orden que todo entrenador querría. Y lo hizo con Sergio Tejera en el campo, ya que Javi Márquez se quedó en el vestuario. Con el arbitraje del manchego, mejor prevenir que tener que cuidar.

La suerte no estaba del lado de un Nàstic que, además, se encontró con la madera. Fue en el 51’, cuando Manu Barreiro remató al palo un gran centro, muy medido y desde la derecha, de Tete Morente. El gol se masticaba, y Nano decidió, a media hora del final, dar entrada a Dumitru Cardoso por Omar. El canario no tuvo su mejor día, y el técnico grana quería aprovechar esta electricidad que ofrece el ex del Alcorcón. Con él en el campo, a punto estuvo de marcar Pleguezuelo que, en un córner, subió a rematar, vio como, en una acción ensayada le llegaba la pelota rasa, pero disparó a las nubes. El Nàstic no sabía qué más hacer para encontrar el marco rival.

La última bala

Nano se la jugó a un cuarto de hora de finalizar el partido. Tejera, que había estado desconectado durante gran parte de los minutos que estuvo sobre el césped, apático incluso, vio la amarilla. Entonces, el técnico aprovechó el paro para dar entrada a Uche por Fali, dejando en Tejera como único mediocampista, con cartulina, y con hasta cinco delanteros por delante de él.

Era el todo o el nada, y el Nàstic puso toda la carne en la parrilla. Dumitru, en el 84,’ disfrutó de uno grande remado que obligó a volar a Kieszek, quien desvió la esférica en córner. Volvía a chocar el Nàstic con muchas circunstancias que lo impedían volver a sonreír a un Nou Estadi que vio cómo Sergi Guardiola marcaba el segundo y sentenciaba completamente. En una acción aislada, Sergi Guardiola se quedó solo delante de Dimitrievski, y el segundo máximo artillero de la categoría no falló. Anotó su decimoséptimo gol, y provocó que el campo enloqueciera contra su propio equipo.

FICHA TÉCNICA

Nàstic. Dimitrievski, Kakabadze, Julio Pleguezuelo, Arzo, Abrahám Minero, Omar Perdomo (Dumitru Cardoso, 61’), Fali (Uche, 76’), Javi Márquez (Sergio Tejera, 46’), Tete Morente, Álvaro Vázquez i Manu Barreiro.

Córdoba. Kieszek, Loureiro, Quintanilla, Aythami Artiles, Javi Galán, Aguza (Fernández, 76’), Edu Ramos, Jovanovic (Álex Vallejo, 61’), Reyes (Alfaro, 40’), Narváez i Sergi Guardiola.

Goles. 0-1, Aythami Artiles (26’); 0-2, Sergi Guardiola (86’).

Árbitro. Isidro Díaz de Mera Escuderos (Castilla-la Mancha). Amarilla a los locales Javi Márquez, Arzo, Fali, Sergio Tejera i Juilio Pleguezuelo; y a los visitantes Quintanilla, Javi Galán (2, 91’) i Sergi Guardiola .

Incidències. El Nou Estadi acogió a 7.247 espectadores.

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