Diari Més

Los once metros y su magia

El penalti fallado por Machís dio tres puntos a un Nàstic que ya sabe qué es ganar contra rivales que habían fallado penas máximas

El central del Nàstic Julio Pleguezuelo durant una acció amb el central del Granada Chico Flores durant el duel d'aquest dissabte.

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Nueva victoria, y de las grandes, la que consiguió el Gimnàstic de Tarragona este domingo en el Nuevo Los Cármenes delante de un Granada que llegaba al duelo en posiciones de ascenso directo y como segundo mejor local de la Segunda División A.

Al final, 0-1 a favor del conjunto tarraconense gracias a un gran gol de Omar Perdomo en la primera mitad en un partido en el cual Dimitrievski y la defensa (de hecho, todo el sistema defensivo del equipo) fueron claves para ayudar a dar la sorpresa. También fue determinante una acción en las postrimerías del enfrentamiento. Un penalti a favor de los andaluces lo podría haber cambiado todo, pero el marcador se mantuvo inmóvil después de que Darwin Machís fallara un penalti, enviando la pelota al travesaño, pena máxima rigurosa señalada a Jean Luc.

La alegría fue máxima, pero no ha sido la única vez en la cual el Nàstic consigue un buen resultado después de que el rival falle un penalti. En total, el conjunto tarraconense ha visto cómo le señalaban siete penas máximas en el campeonato de Liga. De estas, cuatro han acabado en el fondo de la portería. En tres ocasiones, con triunfo del rival grana.

Malbasic envió al fondo de la portería el penalti que recibió por parte del meta Bermabé Barragán durante el Tenerife-Nàstic que acabó con un resultado de 2-0 a favor del conjunto local. El mismo Barragán, que debutaba con el conjunto tarraconense, encajó el gol, en un partido muy complicado, en el cual, incluso, tuvo que pedir la sustitución a causa de unos problemas físicos.

En el segundo penalti encajado por el Nàstic, tampoco fue Stole Dimitrievski el que estaba bajo los palos. En el 0-4 sufrido contra el Sporting de Gijón con Lluís Carreras en el banquillo, José Perales fue el escogido bajo palos, ya que el macedonio estaba convocado con su selección. Santos no falló desde los once metros, y marcó el cuarto gol, con el duelo ya sentenciado.

Daisuke Suzuki, en la decimocuarta jornada de Liga, vio cómo le señalaban un penalti muy riguroso, que también subió al marcador, y el Oviedo ganó 1-2 en una nueva decepción de los tarraconenses.

Penaltis que suponen puntos

El 13 de enero, durante la 22ª jornada del campeonato lliguer, el Nàstic consiguió un empate (1-1) después de que Verza no pudiera batir a Dimitrievski desde los once metros, ya que el macedonio le adivinó las intenciones.

La cosa no se quedaba aquí, ya que lo mejor estaba por llegar. Estuvo en uno de los partidos más apoteósicos en lo que va de temporada: el 2-3 en el campo del Rayo Vallecano. No fue un penalti entonces, sino dos los que vio cómo le señalaban al Nàstic de Tarragona. Uno entró y, el otro, no. A los 36 minutos de juego, Raúl de Tomás falló el penalti que le silbaron a Juan Muñiz, mientras que Óscar Trejo, en las postrimerías del duelo, marcó una pena máxima que supuso el 2-2 en el minuto 86, un penalti señalado a Abraham en un duelo finalizado con final feliz.

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