Diari Més

Uche vuelve a enamorar en el Nuevo Estadio

Los dos goles anotados miércoles, que dieron la victoria al Nàstic, volvieron a mostrar un matrimonio que parecía olvidado

Uche, celebrando uno de los dos goles que anotó este miércoles delante de la Granada, en el Nuevo Estadio.

Uche vuelve a enamorar en el Nou EstadiCristina Aguilar

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El Nou Estadie Ike Uche hicieron revivir la llama del amor que los unió en el tramo final de la temporada pasada y que parecía que se había apagado últimamente. Pero la afición grana no había olvidado, en ningún momento, a aquel delantero que, con sus dos goles contra el Girona en l'avantpenúltima jornada o la diana sumada en Tenerife en la penúltima fecha de la temporada pasada, contribuyó con creces a la permanencia más agónica que se recuerda en Tarragona.

Entre un verano en el cual el futbolista tuvo un pie al fútbol chino y un inicio de campaña en el cual llegó tarde, por no hacer una pretemporada como la de sus compañeros, Uche no empezó la 2017-18 como acabó la 2016-17. Pero ya ha devuelto el delantero que tiene que ser el complemento perfecto de Manu Barreiro y que tiene que llevar al Nàstic en las cotas más altas.

Este miércoles, la victoria del Nàstic fue cosa de Uche. El nigeriano se puso el equipo en las espaldas y, con dos acciones individuales de genio, aniquiló al Granada, un equipo que llegaba a Tarragona con la intención de sumar la cuarta victoria consecutiva, pero que se marchó con un palmo de narices.

Primer gol. Minuto 27. Uche recibe una esférica dentro del área y, él mismo, se hace un autopase que lo deja solo ante Javi Varas. Sin ponerse nervioso (al nigeriano no se lo ve nunca nervioso), cruza, con pierna izquierda, el esférico, por debajo de las piernas del meta del Granada.

Segundo gol. Minuto 32. Falla el central del Granada y Uche, siempre atento, roba la esférica, anda|camina unos metros y, nuevamente, ante|delante de Javi Varas, dispara con pierna izquierda. 2-0, y se acaba el partido. Se acaba porque el Granada se encalló en su obsesión para intentar atacar sólo por banda izquierda mediante Machís y porque, defensivamente, el Nàstic estuvo lo bastante acertado, no tan sólo en la persona de sus hombres de la retaguardia, sino también en el centro del campo. Por cierto, Gatañaga realizó su mejor partido con la camiseta del Nàstic. Buen trabajo de contención, aunque le queda mucho para mejorar.

Ahora sólo queda que Rodri entienda (otros no lo hicieron) que el binomio Barreiro-Uche es la mejor solución para un Nàstic que tiene que empezar a crecer a partir de la victoria del miércoles.

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