El Zaragoza de Raúl Agné llega herido de muerte al duelo contra el Nàstic

Dos equipos necesitados se verán las caras este domingo, a partir de las ocho de la noche, en La Romareda. Real Zaragoza y Gimnàstic de Tarragona lucharán en un duelo a vida o muerte entre dos equipos que han rendido muy por debajo de lo esperado y que necesitan arrancar el vuelo para no tener que sufrir un final inesperado cuando acabe la temporada. Los tarraconenses, a pesar de ganar esta pasada semana al Numància (2-0), son penúltimos en la tabla clasificatoria de la Segunda División A, una situación que les sigue dejando en una posición complicada de cara a sus opciones de permanencia.

Es una gran decepción la temporada que está completando el Nàstic, pero todavía lo es más la campaña que está realizando el rival de los tarraconenses de este domingo. El Zaragoza lleva ya algunas temporadas intentando ascender a Primera División. Son intentos fallidos, ya que este equipo, que ha completado grandes plantillas en los últimos años que no han cumplido con las expectativas.

Hablar de futbolistas como Ángel, Cani, Lanzarote o Xumetra son palabras mayores. Estos cuatro futbolistas, para mencionar algunos, son la bandera ofensiva de un equipo que únicamente ha sido capaz de sumar 32 puntos en los 26 partidos disputados. Son ocho victorias, ocho empates y diez derrotas, con 32 goles anotados y 36 encajados. Muy decepcionante, además, teniendo en cuenta que el equipo aragonés dista sólo a cinco puntos de las posiciones de descenso a la Segunda División B. Uno de los presupuestos altos de la categoría de plata que han fracasado.

Los malos resultados del equipo llegan, según apunta todo el mundo desde Zaragoza, de la línea defensiva. Los errores en defensa y la mala planificación en la retaguardia pueden ser dos motivos de peso para excusar la nefasta temporada que están realizando los aragoneses.

Lesiones

Además, durante la temporada, el equipo ha sufrido lesiones de hombres importantes, como es el caso de Cani y de Xumetra, dos jugadores que, en el apartado ofensivo, tenían que ser claves en el intento de retorno del equipo a la Primera División. Además, hay otro detonante. El entrandor. Raúl Agné, que había llegado en sustitución de Luis Milla, no ha sido el revulsivo que todo el mundo esperaba. Agné, a pesar de haber conseguido buenos resultados en el tramo inicial de su llegada, no ha podido adaptarse al club y tampoco ha sido capaz de transmitir su espíritu ganador a los jugadores.

De momento, el lugar en el banquillo no está en peligro, pero un mal resultado del Zaragoza delante de los tarraconenses podría significar un gran paso atrás para un equipo que empezaría a desconfiar de su entrenador. Conocedores que el ascenso ya está muy complicado, los aragoneses se tienen que centrar, de inmediato, en conseguir los 50 puntos que les otorgarían la tranquilidad para seguir compitiendo en categoría profesional.