Diari Més

El matrimonio del Nàstic con el mercado de invierno

El Nàstic es un equipo que siempre busca reforzarse en enero; este año, ha realizado cuatro incorporaciones y podrían llegar más

Luismi, Bruno Perone, Achille Emaná y Manu Barreiro son las cuatro caras nuevas del Nàstic de este mercado de invierno.

El matrimonio del Nàstic con el mercado de inviernoOlívia Molet

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El mes de enero acaba de atravesar su ecuador. Si fuera otro mes del año, podría ser un hecho intranscendente, pero tratándose del mes en el cual está activo el mercado de fichajes, sí que resulta importante. Y lo es para el Nàstic, un equipo que, temporada tras temporada, asiste al mercado de invierno a la busca y captura de futbolistas que puedan mejorar el nivel de la plantilla, jugadores que puedan hacer olvidar las carencias que tienen todos los planteles de cualquier categoría.

Este mercado de invierno es especial para el Nàstic, diferente. Hace muchas temporadas, desde el anterior descenso a Segunda División B, que el club que preside Josep Maria Andreu no tenía tantas urgencias. Alguna cosa no se ha hecho bien, el equipo no ha funcionado, y los cambios han superado ya la plantilla. Vicente Moreno dejó de ser el entrenador y, en su lugar, Juan Merino ha cogido las riendas. También se están produciendo bajas al equipo, pero todavía queda que se marchen más jugadores. Atizono, Zahibo y algún futbolista más no formarán parte de la plantilla del Nàstic a partir del 1 de febrero y, probablemente, lleguen uno o dos jugadores más en este mercado de invierno. De momento, son cuatro las altas que se han producido, para las cinco de la temporada pasada. La gran diferencia es que a la 2015-16, el Nàstic estaba luchando por las posiciones de arriba y soñando con una promoción de ascenso que acabó consiguiendo.

El porcentaje de acierto en los fichajes del año pasado puede ser un motivo de discusión, ya que para algunos el rendimiento de los futbolistas fue muy bueno, para otros fue bueno y, para cierta gente no fue el esperado. Pero a grandes rasgos, se podría decir que fue un mercado de invierno aceptable. Cinco fueron los jugadores que firmaron para el Nàstic durante el mes de enero. Uno de ellos lo jugó prácticamente todo, otro fue titular al inicio y acabó cediendo terreno, uno tercero se convirtió en revulsivo, un cuarto no cuajó y decepcionó en exceso y, el quinto, actuó con el filial, sin tener protagonismo con el primer equipo.

Yendo por orden, el fichaje más rentable para el Nàstic fue el de Lévy Madinda. El de Gabón llegó cedido por el Celta y tanto gustó su aportación que el Nàstic ha realizado un esfuerzo gigantesco este verano para volver a hacerse con sus servicios. El centrocampista conectó perfectamente con Sergio Tejera y los dos se convirtieron en la mejor pareja de la categoría de plata. También llegó el centrocampista Giorgi Aburjania. El futbolista, todo un desconocido a la Liga española, se hizo rápidamente con un lugar al once, pero fue diluyéndose. Sin embargo, en el global fue un buen fichaje y, además, dejó una buena cantidad de dinero a caja cuando abandonó el equipo en dirección al Sevilla Atlètic.

Juan Muñiz también fue una incorporación con cartel. Al asturiano le costó entrar al once titular. De hecho, se convirtió en un extraño revulsivo, un futbolista que, a pesar de no ser delantero, salía a las segundas partes para ayudar a resolver partidos. Su innegable calidad le otorga un poder especial a pelota parada que Vicente Moreno supo explotar a la perfección.

En la otra cara de la moneda aparecen Aníbal Zurdo y Fabrice Ondoa. Ni el uno ni el otro pudieron cuajar. El delantero, que era el fichaje estrella del mercado de invierno, no se adaptó en ningún momento y no pudo ayudar en el equipo cuando se lo necesitaba. No se encontró nunca a gusto en el campo y no pudo devolver la confianza demostrada por el club que preside Josep Maria Andreu. Ondoa rescindió su contrato con el Barça B y llegó para intentar competir con Reina después de la marcha de Tomeu Nadal. Sin embargo, el portero sólo jugó al filial, en la Pobla. Ahora, ni siquiera forma parte de la plantilla grana, ya que el Nàstic lo cedió en la Sevilla Atlètic. Daisuke Suzuki, que llegó en febrero, ya fuera de la fecha del mercado de invierno, no contaría como fichaje de este periodo, igual que Lobato, que firmó en noviembre aprovechando una ficha libre.

Todavía es demasiado pronto para poder analizar el rendimiento de los fichajes de este enero, pero las cuatro nuevas incorporaciones ya han dejado pinceladas de lo que pueden ofrecer. El mejor hasta ahora, sin duda, es Luismi. Cedido por el Valladolid, fue el mejor jugador del Nàstic tanto en el Nou Estadi contra el Tenerife como este sábado en Murcia. Se ha convertido en imprescindible en el centro del campo. De notable son las actuaciones de Perone en el eje de la defensa, mientras que Manu Barreiro sólo ha jugado un partido, delante del Tenerife, pero no lo acabó porque fue expulsado. A Emaná todavía le falta mucho para tener el mejor tono. Habrá que esperar.

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