Dos agricultores abren un campo de calçots a visitas turísticas

Coincidiendo con la apertura de la temporada de calçotades, los hermanos Mateu, agricultores y vendedores en el mercado de la verdura de Valls desde hace más de ocho generaciones, han abierto su finca, Mas Esquilatxe, al turismo. En sus campos cultivan más de 500.000 calçots al año y ahora han decidido dar un paso más para mostrar al turismo todos los secretos del cultivo de la cebolla calzada títpicament vallense y todo lo que rodea la calçotada. Así, el turismo gastronómico que estos meses visita Valls durante la temporada de calçotades podrá descubrir el origen del calçot con sello de Indicación Geográfica Protegida y el trabajo que representa su cultivo.

Las visitas, gestionadas por la empresa Vallsglobal Turístico y de una hora de duración, se realizarán en Mas Esquilatxe, donde los hermanos Mateu tienen dos hectáreas de campo dedicadas al cultivo del calçot y también de otras hortalizas. El campo es, además, una magnífica atalaya con grandes vistas del valle del río Francolí y el Camp de Tarragona.

En el transcurso del recorrido, los visitantes podrán coger calçots y finalmente, también degustarlos. A pesar de ser una iniciativa privada, cuenta con la complicidad del Ayuntamiento y la oficina de turismo de Valls, que ve en la propuesta un complemento idóneo a la oferta de visitas patrimoniales que gestiona. De esta manera, desde la Oficina de Turismo también se informará de la nueva oferta turística. El precio de la visita será de 10 euros para adultos, y de 5 euros para niños de 5 a 11 años. Los visitantes también podrán adquirir productos de kilómetro cero a pie de campo.

Al acto de presentación de la iniciativa han participado varias autoridades, entre ellos el primer teniente de alcalde, Jordi Cartanyà, y el concejal de Comercio y Turismo, Òscar Peris, junto con el presidente de la Cámara de Comercio, Marcel·lí Morera, y representantes de la Comisión Organizadora de la Gran Fiesta de la Calçotada y de la Indicación Geográfica Protegida Calçot de Valls.

Esta iniciativa se empieza a dos semanas de la Gran Festa de la Calçotada, que se celebra anualmente, desde hace 37 años, el último domingo del mes de enero. De esta manera, se da el pistoletazo de salida a la temporada alta de calçotades, ya iniciada a finales de noviembre. En la campaña de este año, la Indicación Geográfica Prtegida Calçot de Valls prevé que se produzcan cerca de 13 millones de calçots, una cifra similar a la de los años anteriores.