Diari Més

«La Pineda es mi hogar, tengo mucha estima por esta tierra»

Víctor Lapeña, entrenador asistente de la Selección española de baloncesto

Lapeña con su hija mayor, Marta, durante el homenaje del pueblo de Vila-seca a los deportistas olímpicos.

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El pasado 3 de septiembre Víctor Lapeña entró en la Sala Polivalente del Ayuntamiento de Vila-seca mientras un numeroso público lo recibía de pie y con un sincero aplauso. Era el acto de homenaje del pueblo de Vila-seca a sus dos deportistas olímpicos, el propio Víctor y la corredora de ciclismo en pista Helena Casas.

«Fue muy bonito, me sentí muy bien, el alcalde, los concejales, el público y la prensa me tratasteis muy bien. No me lo esperaba, porque aunque vivo en la Pineda, siempre trato de pasar desapercibido, tengo una vida tranquila. Sin embargo, a pesar de no ser de aquí, tengo una gran estima por esta tierra».

Lapeña nació en Zaragoza ahora hace 41 años, pero el destino lo llevó a instalar su residencia en la Pineda: en las pistas de baloncesto encontró la que es su pareja, madre de sus tres hijos, e hija de estas tierras. Por eso, aunque por su trabajo pasa largas temporadas en Zaragoza, está en la Pineda donde tiene los vínculos familiares y personales: «tengo mi hogar, mi familia, cuando tengo que descansar o volver a casa, me voy a la Pineda. Allí compramos nuestra casa y somos muy felices».

Plata olímpica

Víctor Lapeña empieza el nuevo curso con una nueva medalla en el bolsillo, ya que como entrenador asistente de la Selección femenina de baloncesto, consiguió la medalla de plata en los Juegos de Rio celebrados este verano. No es la primera de su palmarés, «si cuento esta me parece que ya tengo doce, la verdad es que no llevo las cuentas, porque vivo mucho el día a día, mi vida es el baloncesto y mi familia».

En la actualidad Lapeña es entrenador del equipo zaragozano Man Fitter, que compite a la liga femenina de baloncesto, un trabajo que lo obliga a pasar temporadas en la capital aragonesa. Pero desde que en el 2003 decidió convertirse en entrenador profesional, ha recorrido varios clubs y ciudades, y trasladarse por motivos de trabajo ya no es un obstáculo; el de Zaragoza admite que estos cambios son parte inseparable de su profesión: «estoy muy contento porque todo lo que he conseguido me lo he ganado yo, a base de mucho trabajo. He tenido oportunidades, como todo el mundo, y gente que me ha dado su apoyo, pero a mi vida he tomado decisiones con un factor de riesgo muy elevado, dejando clubs o trabajos estables para asumir nuevos retos en otros lugares, pero siempre lo he hecho teniendo como metas el trabajo y el rigor».

Lapeña fue jugador amateur hasta los veinte años, cuando una lesión en la rodilla lo apartó de las pistas. En aquel momento tomó la decisión de dedicarse plenamente a entrenar, y dejar de lado el juego porque comporta «un factor riesgo muy elevado que se me podría dejar incapacidad para entrenar con todas las condiciones».

Con 41 años, Víctor Lapeña todavía ve por delante un largo recurrido como técnico, y asegura que confía no dejar de entrenar nunca: «no sabría estar sin este gusanillo».

Alto rendimiento

Como entrenador ha participado en dos juegos olímpicos, Rio 2016 y Tokio 2012, así como un buen número de campeonatos europeos y mundiales. En todas partes|, asegura, con el máximo nivel y mucha exigencia. Admite que para su profesión, el hecho de estar compitiendo constantemente y con unos objetivos que hay que alcanzar, porque en caso contrario puede perder el trabajo, exige estar mentalmente muy bien preparado, pero en este punto apunta que tener un entorno familiar estable, como es su caso, ayuda mucho.

Una familia que se formó, administrativamente hablando, en Vila-seca: la actual concejala de Servicios en el Territorio y Enseñanza, Manuela Moya fue quien los casó en el Ayuntamiento: «fue muy bonito, una ceremonia preciosa, bien diferente de lo que te puedas esperar, pensando que quizás es muy fría. Manuela estuvo brillante, lo hizo muy bien, y el otro día, cuando la vi otra vez, le di un abrazo porque me acordé de aquel día tan bonito».

Un día muy especial

El 3 de septiembre Víctor Lapeña y Helena Casas fueron recibidos en el Ayuntamiento de Vila-seca, donde el alcalde Josep Poblet les hizo entrega de un recuerdo de su paso porlas Olimpiadas. El técnico zaragozano dirigió las siguientes palabras al público presente: «Hoy es un día muy especial, porque vivo aquí desde el 2007. Conocí a mi mujer Esther y me enamoré de esta tierra, de su gente. Os quiero dar las gracias porque me siento muy orgulloso de que estéis orgullosos de haberme adoptado, que me tengáispor uno más. Lo único que puedo decir es que seguiremos esforzándonos mucho por dejar el nombre del deporte español y de Vila-seca lo más alto posible. Ojalá sigan saliendo deportistas comoHelena Casas, y que el deporte sea un ejemplo para nuestros hijos, porque transmite los valores que nos hacen ser constantes, generosos, y partícipes del esfuerzo y el compañerismo».

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