Diari Més

Médicos y biólogos marinos harán un protocolo para mejorar la atención en picaduras de medusa

La Caixa pagará 600.000 euros en tres años para descubrir el tratamiento más adecuado a los más de 10.000 bañistas afectados cada año en las playas catalanas

De izquierda a derecha, Santiago Nogué, de Toxicología del Clínico, el director general de la Fundación La Caixa, Jaume Giró, el dermatólogo del Clínico José-Manuel Mascaró, y el biólogo marino Josep Maria Gili, con una pecera con dos medusas,

Médicos y biólogos marinos harán un protocolo para mejorar la atención en picaduras de medusaACN

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Dos unidades del Hospital Clínico de Barcelona y el Instituto de Ciencias del Mar (ICM) del CSIC se han unido para intentar establecer protocolos que mejoren la atención y el tratamiento de las picadurasde medusa en las playas catalanas y mejorar también la predicción sobre su presencia en unas zonas u otros de la costa catalana. Actualmente no hay ningún antídoto contra las medusas y sólo se aplican tratamientos contra los síntomas. Los últimos años han crecido los enjambres de medusas porel calentamiento del agua, pero el aumento de la información y la sensibilización ciudadana también han contenido el número de afectados, que superan los 10.000 anualmente. De estos, entre un 5 y un 10% tienen que ser atendidos por un médico y menos de un 1% tienen complicaciones graves y acaban en el hospital. Para estos últimos está especialmente pensado el proyecto científico.

La Obra Social de La Caixa financiará el proyecto Reclaimed con 600.000 euros los tres próximos años, y los científicos esperan que las conclusiones sirvan por otras zonas mediterráneas. De hecho, han explicado que Cataluña ya es pionera en la detección de bancos de medusas y su predicción con 48 o 72 horas de antelación, gracias sobre todo a la aplicación MedJelly, que permite a los usuarios notificar y saber si hay medusas y qué especie en una playa determinada.Ara se quiere mejorar esta predicción y al mismo tiempo establecer protocolos con los ayuntamientos para que actúen de manera adecuada cuando hay presencia de estos animales en sus costas, como por ejemplo preparar su retirada si se acercan a menos de 50 metros de la arena. El programa también tiene como objetivo formar a los socorristas sobre la atención en las picadurasde medusa dependiendo de qué especie se trate y para que informen a los afectados de que hay una unidad especializada en el Clínico si se complica su situación, unidad pionera en el estado español formada por el servicio de Dermatología y la sección de Toxicologia.A Cataluña cada año hay un mínimo de 5.000 afectados porpicadurasy un máximo de 30.000 según la temporada, cosa que representa entre un 40 y un 80% de las incidencias totales en las playas. Las estadísticas son aproximadas, porque no hay un registro oficial y muchos bañistas no lo comunican a los socorristas, sino que van más tarde al médico cuandola irritación de la piel se complica. También hay afectados en zonas sin socorrista.

El investigador del ICM Josep Maria Gili ha explicado que el problema de las medusas es «grave», que ha empeorado en las últimas décadas porla acción humana y que su mejora es difícil a corto y medio plazo. Aun así, ha querido tranquilizar la población y en los operadores turísticos, asegurando que ninguna playa catalana tiene medusas más de 15 días en todo el verano y nunca más de tres días seguidos. Además, las medusas son más habituales en invierno, y hay especies|especias que no son especialmente peligrosas ni molestas. Así, ha explicado que en Australia hay más muertos|muertes por medusa que por tiburón, pero las playas se llenan igualmente. En el Mediterráneo, ha explicado, hay unas 350 especies|especias diferentes, pero en Cataluña básicamente están seis importantes, tres de las cuales son las más peligrosas, más dos que están llegando a causa del calentamiento global.

Tanto Gili comolos médicos Santiago Nogué, de Toxicología, y José Manuel Mascaró, de Dermatología, han coincidido al asegurar en que es muy importante una buena y adecuada atención a pie de playa, justo después de la picadura|picotazo, y han desmentido algunos falsos mitos. Así, han recomendado, como norma general, retirar los tentáculos de la piel, limpiar bien la herida y aplicar frío en la zona, pero nunca directamente hielo|gel. A pesar de eso, han admitido que dependiendo de la especie de medusa el tratamiento posterior puede variar, y también influye la persona afectada. Las segundas picadurassuelen ser más molestas que la primera. Una medida de protección bastante eficaz es ponerse crema solar.Així y todo, han dicho que la inmensa mayoría de los afectados no necesita más que una primera atención sanitaria a pie de playa. Actualmente se está haciendo formación a los socorristas para que informen a los bañistas de que si las molestias continúan tienen que ir al médico de cabecera, y si van más allá de una semana o empeoran pueden contactar por teléfono con el Clínico o visitarse. Allí, además del tratamiento, formarán parte de un estudio para mejorar la atención, mediante biopsias y ecografías para descubrir el mecanismo del veneno de estos animales de más de 500 millones de años.

Para reducir la presencia de medusas se ha demostrado que las redes no son eficientes, porque rompen los tentáculos, que siguen siendo urticantes. Se está estudiando la posible pesca para alimentación humana, pero todavía falta infraestructura industrial para hacerla rentable y medidas higiénicas para que la Unión Europea autorice el consumo humano. Además, Gili ha recordado que las medusas son «esenciales» para el medio marítimo, ya que son fuente de alimentación para muchos pescados|peces.

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