Diari Més

Se hace una analítica y acaba con una incapacidad permanente

A causa de «técnicas defectuosas» la chica tuvo que ser intervenida quirúrgicamente dos veces y ha sufrido daños importantes de movilidad en el brazo

Imagen del centro médico de Perillo, en Oleiros, Galicia.

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Una administrativa de 29 años fue el 28 de agosto de 2006 al centro médico de Perillo, en Oleiros, Galicia para hacerse un análisis de sangre. Se trata de un procedimiento muy sencillo, pero a causa de «técnicas defectuosas» la chica tuvo que ser intervenida quirúrgicamente dos veces, y ha sufrido daños importantes de movilidad en el brazo, el hombro y el codo derecho, fuertes dolores y un trastorno de ansiedad depresivo.

El Tribunal Superior de Justicia gallego ha condenado a la Xunta (de quien depende el servicio de salud gallego) a abonar una indemnización de 110.000 euros a la chica.

La demandante acudió al centro para hacerse una analítica. La enfermera le introdujo la aguja en el brazo derecho, como no le sacó sangre suficiente removió la aguja dentro de la piel. Una hora después, el brazo de la paciente presentaba una importante inflamación, hipersensibilidad, dolor intenso y falta de movilidad. La chica, preocupada por el estado de su brazo, llamó al centro médico para hablar con la enfermera que la atendió, pero esta le dijo que no se preocupara, que todo era normal.

La chica de 29 años se volvió a personar en el centro y después de varias revisiones, su doctora le extendió la baja por incapacidad temporal. El año 2007 fue operada en el Hospital Universitario de A Coruña para quitarle la presión del nervio del codo, después fue operada por un cirujano plástico a causa de la cicatriz de la primera intervención.

La afectada presentó una reclamación de responsabilidad patrimonial al Sergas (Servicio Gallego de Salud) el año 2009. Ante el silencio administrativo por parte del Sergas, acudió a los Juzgados en marzo de 2017, donde desestimaron la demanda. Finalmente, la paciente apeló al Tribunal Superior de Justicia que revocó la sentencia del Juzgado.

Después de varios informes médicos donde se probó la mala praxis y la «falta de cura en la asistencia sanitaria y al uso de técnicas defectuosas», la joven ha sido declarada con incapacidad permanente.

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