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Dos mujeres expulsadas de un vuelo por hablar en catalán

El capitán las expulsó porque una de ellas se negó a hablar en castellano cuando una azafata se lo exigió

Imagen de archivo de un vuelo de la compañía Vueling.

Dos mujeres expulsadas de un vuelo por hablar en catalánPixabay

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Dos mujeres fueron expulsadas de un vuelo de la compañía Vueling entre Barcelona y Menorca el sábado pasado por la tarde después de haberse dirigido en catalán a la tripulación, según explica el diario VilaWeb .

Margarita Camps, de 72 años, residente de Menorca, se disponía a volver a casa desde Barcelona, dónde tenía que coger el vuelo VY3716 de Vueling . Una vez sentada dentro del avión, una de las azafatas le pidió que guardara en el compartimento superior una lámina de pintura que llevaba. «Sí, no se preocupe. No quiero que me lo arruguen, después la pondré arriba», le respondió Camps, que no quería que otros pasajeros pusieran maletas encima. «Usted me tiene que contestar en castellano, o es que no lo habla?», le contestó la azafata en castellano.

Una de las chicas que pasaba por el pasillo del avión salió en defensa de la menorquina diciendo a la azafata que le había perdido el respeto a la cliente, y que tenía que entender el catalán perque estaba haciendo un vuelo de Barcelona a Menorca. Después de este intercambio de frases, otra azafata les dijo que el capitán quería hablar con ellas.

Las dos salieron a la plataforma de acceso del avión y el capitán, acompañado por una pareja de la guardia civil, les dijo que habían faltado al respeto a la azafata y que no volarían. «Perdone? Yo sólo he hablado en mi lengua, no he faltado al respeto», les dijo Camps. Aun así, el capitán les dijo que no tenían nada que decir y que la decisión era firme. Después de eso los agentes les pidieron los carnets de identidad.

Una vez expulsadas, las dos fueron a las taquillas de Vueling a hacer una reclamación y a comprar billetes para el vuelo del día siguiente, pero tampoco pudieron, ya queVueling había prohibido venderles a ellas los billetes, según explica Camps. Ante esta situación, las dos expulsadas compraron los billetes desde el teléfono móvil, pero sin ninguna seguridad de que al día siguiente pudieran coger el avión.

Finalmente Camps pudo llegar a su casa, pero ahora sufre por si Vueling la veta de manera definitiva.

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