Diari Més

Entran a robar a la iglesia y se dejan las claves|llaves del coche dentro

Se desencadenaron varias acciones surrealistas que acabaron con los dos detenidos y con su botín confiscado por los agentes de la Policía Local

Imatge exterior de l'esglèsia on van succeïr els fets.

Entran a robar a la iglesia y se dejan las llaves del coche dentroGoogle Maps

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La iglesia de Santa Cecilia fue el lugar elegido por dos hombres para protagonizar un robo digno de ser incluido en la mejor de las películas de humor que se puedan protagonizar y que podría ser la versión rondeña del Robobo de la Jojoya que protagonizó el dúo humorístico Martes y 13. En el guión habría que incluir momentos como un cura llamando la atención a los presuntos ladrones por el ruido que causaban en la calle, vecinos que les dan fuego amablemente, los asaltantes perdiendo las llaves de su coche en el interior de la iglesia, rompiendo los cristales de su coche para intentar arrancarlo y darse a la fuga o los disfraces de cura que les encontraron en el interior del vehículo y que por algún motivo desconocido no utilizaron.

Hasta las 8 horas la aventura delictiva de los dos individuos podría decirse que transcurría, pese a algunos problemas a la hora de perpetrar su acción, con cierto éxito, aunque a partir de ese momento se desencadenaron varias acciones surrealistas que terminaron con ambos detenidos y con su botín incautado por los agentes de la Policía Local de Ronda. El sacerdote de la iglesia, que vive en una casa que existe dentro del complejo parroquial, alertado por el ruido que había en la calle, se asomó a la ventana para ver qué ocurría al escuchar a una persona gritando, aunque se encontró a un hombre de unos 40 años que al recriminarle la actitud aseguró que estaba buscando a un amigo que estaba borracho, aunque, en realidad, el amigo sería su compinche y a esa hora ya habían roto un cristal para acceder al interior de las oficinas parroquiales.

Otros vecinos pasaron por la zona y encontraron a un hombre sin parar de moverse en la puerta de la iglesia y que les paró para pedirles fuego, algo que hicieron amablemente, según su relato, sin que en ese momento sospechasen del hombre. No obstante, al pasar por el mismo lugar al regresar de su caminata de mañana vieron el cristal roto y entonces decidieron alertar a algunos vecinos de la zona que frecuentan la parroquia y dar la voz de alarma.

En este tiempo, un residente había pasado por el lugar y se encontró a los dos individuos alterados porque no encontraban unas llaves, que resultaron ser las del vehículo de los presuntos ladrones y que se les habían caído en el interior de la iglesia, lugar en el que fueron encontradas por los agentes. Ante esta situación, se habrían visto obligados a romper la ventanilla del vehículo y dejarlo caer por una calle en pendiente para tratar de arrancarlo, aunque no lo consiguieron, y pudieron ser interceptados por los agentes de la Policía Local que los estaban buscando. Un momento en el que otro vecino, al ver las dificultades que tenían para arrancar el vehículo, estuvo a punto de ayudarles, aunque finalmente no lo hizo al ver que se habían marchado.

En cuanto al botín: un ordenador, rosarios de algunas de las imágenes de vírgenes del templo, cruces de madera y algunos euros de los cepillos instalados para encender velas en el templo fue lo conseguido tras el surrealista asalto. Eso sí, los daños materiales fueron cuantiosos en el interior del templo, en el que rompieron varias vitrinas y tumbaron directamente una puerta. Además, uno de los asaltantes también sufrió numerosos daños en la ropa y un corte de consideración en su periplo por el interior de la iglesia, dejando marcas con su sangre el diferentes sitios, hasta el punto de que era posible casi seguir su recorrido por la iglesia siguiendo el rastro de sangre que dejó.

Los agentes, según indicaron fuentes conocedoras de los hechos, también habrían encontrado en el interior del vehículo otras pertenencias que podrían haber sido sustraídas de varios vehículos que también fueron robados durante la misma madrugada. En cuanto a las imágenes del templo, ninguna de ellas sufrió daños, aunque en un primer momento entre los responsables de las diferentes cofradías se instauró el temor de que pudiesen haber sido dañadas durante el robo al intentar quitarle alguna de las pertenencias.

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