Diari Més

«Si algún equipo puede subir, es el Reus. Todo lo que ha montado este año es de Segunda A»

El extremo, uno de los más presentes en los planes roig-i-negres, recuerda que «sumar, ahora, nos cuesta a todos» y «hay que estar atentos a duelos directos»

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—Qué balance hace, a nivel personal, de la temporada?

—Los inicios fueron difíciles portodos los cambios acumulados: de ciudad, de entrenador, de compañeros, de todo. Cuesta adaptarse. Tuve una reunión con el Natxo y me explicó lo que pensaba él. A raíz de aquello, mejoró mi nivel y ahora estoy en un buen momento. No me puedo quejar, estoy jugando. Sólo falta que lleguen los resultados y el play-off.

—De qué le habló Natxo Gonxález durante aquella reunión? ¿Qué motivó el cambio?

—me dijo que no me pusiera nervioso con las rotaciones, que confiaba mucho me mí y que la clave|llave era la tranquilidad, que tenía que tener paciencia. Natxo me explicó qué quería de mí y me decía que confiaba en que podría hacerlo. Y me sirvió para verlo diferente.

—Para Usted, protagonista en l'Hospitalet, fue fácil encajar en esta filosofía coral?

—Yo estaba acostumbrado a jugar todos los minutos, todos los partidos. Llevaba|Traía dos años viviendo así, en l'Hospitalet, y me costó. El rol dentro del equipo es diferente al Reus y también lo es la manera de jugar, y hay que acostumbrarse.

—A pesar de todo, es uno de los jugadores más presentes: 30 partidos, 23 titularidades y 2.153 minutos en el césped. ¿Se siente valorado?

—Ves compañeros en qué los cuesta entrar, que no tienen tantos minutos, y tienes que valorar la oportunidad. Mantenerme en el equipo me hace contento y es una cosa que quizás uno no acaba de ver hasta que no se encuentra. Es cuando no juegas a que lo echas de menos.

—Qué cree que aporta, coma jugador, al ataque del Reus?

—Lo que me piden. He jugado a muchas posiciones y he intentado cumplir. Busco aportar velocidad, romper los espacios.

—Venía vivir una experiencia complicada fuera de casa y el precedente lo hizo pensárselo bien a la hora de fichar. ¿Está siendo diferente esta nueva etapa?

—Aquello me cogió mucho más joven, con sólo un año de experiencia en Segunda B. Estar en un equipo grande como el Nàstic sin un nombre detrás era complicado. Aquí ha sido más fácil, en todo momento. Al final, lo que quieres cuando estás fuera es jugar, porque|para que si no se hace pesado. Y cuando el fútbol va bien, a nivel personal todo va mejor.

—La afición lo ve como un jugador que lucha, que corre. ¿Se identifica con esta imagen?

—Intento ser bastante práctico. Tampoco me gusta hacer 27 bicicletas. Marcharse de los otros de la manera más resolutiva, aunque a veces salga diferente. Prefiero jugar fácil y hacer los regados a la última zona.

—Acumula seis goles como roig-i-negre. ¿Es la cifra que esperaba?

—A l'Hospitalet, por ejemplo, remataba mucho más, tiraba los penales|penaltis... Tiene que ver el cambio de rol. Aquí juego más entre líneas, más detrás, he aprendido a hacerlo de otra manera. Participo mucho en la elaboración del juego cuanto antes me ocupaba de la finalización.

—Como atacante, qué daría para marcar el gol del ascenso?

—No te pienses. Si tiene que ser el del ascenso, que lo haga a alguien, quien sea, que nos repercutirá en todos. Todos le agradeceremos mucho desde Segunda A.

—A nivel de equipo, al que atribuyen la irregularidad?

—Sumar puntos, ahora, cuesta a todos los equipos. A la primera vuelta|bóveda lo hicimos mucho, muy bien, y estaba claro que en la segunda costaría mantenerlo porque todo el mundo tiene más necesidad y los rivales se refuerzan. Hay muchas situaciones: el hecho de que no cobramos, a los jugadores que hace tiempo que no juegan les cuesta más entrar, cuesta ganar. No todo lo podemos controlar.

—ha influido especialmente la cuestión extradeportiva?

—Todo influye. No tienes la misma felicidad si estás arriba y cobras al día que si estás igualmente arriba pero no cobras al día. No eres tan feliz y tienes que ceñirte a disfrutar de la parte deportiva. Se tiene que aguantar así porque acabaremos cobrando y no tenemos que dejar perder esta oportunidad por eso.

—Qué ambiente hay en el vestuario? ¿Ha quedado el liderazgo lejos? ¿Piensan ahora en el play-off?

—Tampoco tan lejos. Los rivales perderán puntos. El Cornellà tiene que jugar contra Vila-real, Hércules y Reus. Nadie ganará todos los partidos y, si lo hace, ganará la liga. No hay más. Se tiene que estar atento a no fallar cuando se jueguen los enfrentamientos directos.

—Qué equipos lo han sorprendido en este último tramo?

—El Cornellà. Toda la temporada pensábamos que al final no sería pero está allí, y con las mismas posibilidades que todo el mundo.

—Se ve aquí mucho tiempo?

—Ya veremos cómo evolucionan las cosas, si subimos, si no, cómo acaba todo. Tengo contrato otro año y seguiremos aquí. Todavía no ha renovado a nadie, no es un momento para hacer ningún movimiento.

—Y con el Reus en Segunda A?

—Sí. Si un equipo puede subir, es el Reus. Todo lo que ha montado este año es de Segunda A, no se ve en Segunda B. Si no está el Reus, no sé quién puede estar.

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