La Terra Alta se viste de gala para demostrar en el mundo que es el «paraíso vitivinícola de la garnacha»

Un tercio de la producción mundial de la uva de variedad garnacha se produce en la comarca de la Terra Alta, donde encuentra las condiciones meteorológicas idóneas para oír que crece «en su casa»: poca lluvia, tierra arcilosa, muy solo y viento de cierzo y ábrego. Con la garnacha como marca de identidad, la Terra Alta es la única DO de Cataluña que forma parte de la Reserva de la Biosfera y ha conseguido, con mucho trabajo los últimos años, mostrar y demostrar que es un «paraíso vitivinícola» único.

Este fin de semana la Terra Alta será la sede del Concurso de las Garnachas del Mundo, creado hace seis años en Roselló. El certamen pasará primero por Barcelona y Tarragona y será el viernes cuando se empiecen las catas profesionales en Gandesa, donde se tienen que calificar las más de 850 referencias que se ha presentado. Por primera vez, el concurso se abre al público con una feria de vino y arte a Batea y con una cena de gala de los cocineros ebrenses con estrella Michelin, en la emblemática, mágica y contundente iglesia románica del Pueblo Viejo de Corbera d'Ebre.