Roca y Junyent dice que la Constitución se tiene que respetar «íntegramente» y pide resolver con política la crisis catalana

Uno de los padres de la Constitución, Miquel Roca i Junyent, ha comparecido a la comisión de reforma territorial en el Congreso –impulsada por el PSOE- para dar su visión sobre el estado de salud de la Carta Magna, a punto de hacer 40 años. Roca i Junyent ha dejado claro que se tiene que respetar «en su integridad» y que «no hay vías al margen» y ha asegurado que, para mejorar y revisar al modelo territorial, necesariamente, no hay que reformar la Constitución. En referencia a la situación política catalana, ha afirmado que el modelo territorial no ha entrado en crisis «por un problema de competencias» sino que considera que hay un problema político y pide que se resuelva, precisamente, por la vía política. En todo caso, ha manifestado que si se tiene que abordar una reforma constitucional «tiene que haber voluntad de consenso porque que sino es imposible hacer nada» y ha dicho que el sitio de debate tiene que ser el Congreso. También ha afirmado con rotundidad que la sentencia del TC del 2010 contra el Estatut fue un «error» porque el texto ya estaba refrendado y los ciudadanos no lo entendieron.

Miquel Roca i Junyent es uno de los tres padres de la Constitución que quedan vivos y que este miércoles han comparecido a la comisión de evaluación y reforma del modelo territorial, que arranca este justo hoy y que cuenta con las ausencias de ERC, PDeCAT, PNV y Podem. Ha defendido el «consenso modélico» de la Constitución de 1978 y ha dicho que las «propuestas alternativas legítimas» que se puedan plantear tienen el «reto» de llegar a este consenso (en 1978 el 88,5% de los ciudadanos la refrendaron).

Ha hecho una defensa de los conceptos de nacionalismos que se reconocen a la Constitución y ha dicho que, entonces, fue una cuestión «poco discutida» y que se ha cuestionado a posteriori. Asimismo, ha afirmado que la «singularidad es el plus de la democracia» y que tiene que estar reflejada en la Constitución. «La singularidad no se predica en términos exclusivos, sino en términos de generalidad; para todos los que la invoquen, esta se tiene que respetar», ha manifestado.

La situación de Cataluña

Sobre el tema de Cataluña, considera que la reforma territorial no es necesaria porque esté en entredicho un tema de «competencias» y ha cuestionado que se hayan llevado ante el Tribunal Constitucional algunas normas catalanas. Según Roca i Junyent, se trata de un problema político que, precisamente, se tendría que resolver por estas vías.

Ahora bien, también ha dejado claro que en la Constitución «hay cosas que caben y cosas que no». Posteriormente, ha concretado, por ejemplo, que el derecho a decidir se ejerce «votando en todas las elecciones libres y democráticas» y que «todo el resto no entra», en referencia al referéndum del día 1-O. Ahora bien, ha celebrado que se haya abierto una comisión en el Congreso para debatir en torno a una eventual reforma de la Constitución. Pero alerta de que, en caso de producirse, tiene que contar con «voluntad de consenso desde el principio».

La sentencia del Estatuto, un error

Sobre la cuestión catalana, también ha identificado como uno de los elementos del inicio de la «desafección» de Cataluña hacia España la sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatut. Roca i Junyent considera que fue un «error» que el tribunal recortara artículos de un Estatut que ya había sido refrendado por los catalanes. Ha llegado a decir que no fue a la manifestación porque consideraba que como ponente de la Constitución no podía pero que estuvo «de manera afectiva».

Sobre el modelo de financiación, cree que se tiene que actualizar pero que no sería «flexible» incluirlo en la Constitución sino que habría que hacerlo a través de la Ley orgánica de financiación de las comunidades autónomas.

Preguntado por si Cataluña podría beneficiarse de un concierto económico, ha afirmado que hay modelos «de eficacia similar» al concierto que se pueden plantear.

A pesar de validar la Constitución 40 años después de su redacción, ha reconocido que donde más se«equivocaron» fue con el Senado porque no es una cámara que «de manera eficaz» represente al modelo territorial.